Envoltura de Rodilla para Terapia de Frío Dura Soft

La terapia de frío reduce el flujo de sangre mediante la constricción de los vasos sanguíneos. Con ello; consigue:

- Disminuir el flujo de fluido en el tejido lesionado.

- Reducir la herida hipóxica (reduce el flujo de oxígeno en las células) autora de la destrucción de las células y el origen del edema.

Por consiguiente, la terapia fría permite controlar el dolor natural y la hinchazón, reducir el uso de narcóticos, incrementar la comodidad del usuario y posibilita recuperaciones más rápidas. También permite reducir las estancias hospitalarias y la cirugía ambulatoria.

Indicada para dolores crónicos, terapias: físicas, artroscópicas y plásticas, cirugía reconstructiva o general, post-traumas y post-operaciones.

No obstante, es muy importante interrumpir el tratamiento con terapia de frío si hay rupturas prematuras de la herida, incremento del enrojecimiento, picazón o sensación de "ardor" o decoloración de la piel; si los apósitos se encuentran húmedos, reblandecimiento de la herida, adormecimiento excesivo o si el usuario carece de un protocolo de tratamiento y prescripción de esta terapia.

Contraindicaciones: alergia e hipersensibilidad al frío, diabetes, enfermedad de Reynaud, enfermedad de Berger y circulación pobre.

Riesgos conocidos: Necrosis de tejidos.